La colombiana fue operada hace 12 años para extirparle un tumor maligno.
No hay duda que la hermosa, sensual y dueña de unas curvas de impacto, Sofía Vergara, ha cautivado a Hollywood, pero la visible cicatriz que luce en su cuello, a simple vista en alfombras rojas y frente a la pantalla, es prueba del susto que la actriz vivió en el pasado y que aún la angustia cada vez que va a sus citas rutinarias con su médico.
Y es que la colombiana se sometió hace 12 años a una operación quirúrgica para extraerle un tumor maligno en la tiroides, que estuvo a punto de costarle la vida. Aunque se recuperó exitosamente y el mal no ha vuelto.
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Sin embargo, según TVyNovelas.com en su versión estadounidense, allegados a Vergara aseguran que, en medio de su dicha por el meteórico éxito que ha tenido en la Meca del cine, estaría obsesionada ante la posibilidad de que la enfermedad se presente de nuevo, lo que le ha llevado a tener constantes ataques de pánico.
“Está atemorizada por la vuelta del cáncer y no puede evitar sentir ansiedad ante eso”, aseguró una fuente, quien reveló que la artista sufre de ataques repentinos que preocupaban a todo el mundo que trabajaba con ella.
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Se dice que la actriz acude al médico con frecuencia para hacerse revisiones y asegurarse de la total ausencia del padecimiento. “Los ataques de ansiedad se incrementan los días en los que tiene que acudir a la revisión. No deja de pensar en lo mal que estuvo durante su anterior tratamiento”, añadió la fuente.
“Sofía piensa en el cáncer a diario, sobre todo cuando se mira al espejo y se ve con la cicatriz”, concluyó el allegado.
