La Ciudad de México se remontó la noche del jueves 20 de febrero, a la década de los 90. Treintones, cuarentones y hasta mujeres que rozan los 50, fueron por un momento de nuevo teenagers; revivieron su adolescencia cuando la histeria por los Backstreet Boys, la boy band del momento, desataba locura en los cinco continentes; un fenómeno que muy pocas otras bandas ha podido igualar. Fueron dos horas de harta euforia y frenesí, en la que los seguidores mexicanos se sumergieron en un éxtasis del recuerdo. La nostalgia de poder rememorar la época en que eran unas fans empedernidas suspirando por cada uno de los cincos integrantes, las hizo llorar, cantar, bailar y hasta dar alaridos que retumbaron en el Palacio de los Deportes. Backstreet Boys le cumplió a México. Regresó a la capital luego de cuatro años de ausencia y lo hicieron con toda la fuerza, demostraron que siguen siendo los chavos, pero ahora adultos casados y con hijos, que todavía pueden hacer electrizantes coreografías y a la vez no perder la voz y sonar tan idénticos como en los CD En total fueron 33 canciones, que comprende el DNA World Tour, con las que A. J, Howie, Brian, Nick Carter y Kevin deleitaron a sus fans quienes, al parecer, no les pareció suficiente, ya que salieron del recinto con ganas de seguir cantando pop. [embed]https://www.instagram.com/p/B80cPx_ndLz/?utm_source=ig_web_copy_link[/embed] Comenzaron interpretando Everyone y culminaron con Larger Than Life, en la que los cantantes estadounidenses se despidieron bailando el pegajoso corillo: “All you people can’t you see, can’t you see”... (Si eras fan, seguro lo leíste cantando) Se cambiaron de vestuario más de seis veces. Con chamarras negras, brillantes y playeras sin mangas hicieron suspirar de nuevo a más de una seguidora. Un impresionante juego de luces roboticas, led y laser, acompañado de cinco pantallas gigantes, bastó en la escenografía; no hizo falta nada más. “Gracias México”, en un atropellado español, se escuchó al unísono de una lluvia de aplausos y gritos que pedían más. Luego de unos segundos de ovación, las luces se prendieron y el show se acabó. Bienvenidos, de nuevo, al 2020.