Si quieres que tu pareja disfrute en la cama, debes aprender primero cómo funciona su cuerpo
Cada persona es un mundo y a cada uno le excitan cosas distintas pero, en lo que se refiere al tipo de orgasmo que disfrutamos hombres y mujeres, hay unas diferencias que, conociéndolas, pueden marcar la pauta entre el placer más absoluto o la desidia sexual.
Las diferencias que separan al género femenino y masculino son muchas y variadas, también en cuestión de sexo. Mujeres y hombres no experimentamos el placer de la misma forma y, aunque sí es cierto que existen notables parecidos, son muchas más las diferencias. No sólo en la forma en la que nos relacionamos con nuestras parejas sexuales, sino también en los mecanismos que regulan nuestra forma de sentir el placer.
SENSACIONES DIFERENTES
Desde una perspectiva física es sencillo reconocer cuando un hombre ha alcanzado el máximo placer a diferencia de las mujeres. En ellos se hace evidente mediante la eyaculación, aunque no siempre ocurre al mismo tiempo que el orgasmo, ésta puede demorar unos minutos.
En las mujeres es difícil determinar el momento exacto que llegan al clímax, aunque las sensaciones de placer invaden todo el cuerpo, hay quienes aún no han aprendido a identificarlas. Y la mayoría no presentan una señal física, como la expulsión de líquido o algo similar.
EXCITACIÓN
La fase de excitación se caracteriza por el inicio de sensaciones eróticas, aumentando la respiración, el ritmo cardiaco y la presión arterial. En el varón aparece la erección del pene, el escroto se hace más espeso, el saco escrotal se ensancha y los testículos comienzan a elevarse. En la mujer aparecen signos genitales locales y relajación lenta de los músculos (miotonía), aparece una respuesta epidérmica de enrojecimiento, los pechos comienzan a hincharse y los pezones se ponen erectos.
RESOLUCIÓN
En el hombre los testículos descienden a su posición baja, el pene regresa más lentamente al estado de flacidez, reduciéndose a la mitad de su tamaño tras el orgasmo, excepto en varones muy jóvenes, que tras una eyaculación pueden volver a eyacular una segunda vez sin pérdida de erección.
En la mujer el clítoris vuelve a su posición normal 5 o 10 segundos después del orgasmo. Sin embargo, la vagina puede tardar de 10 a 15 minutos en volver a su estado de relajación y de palidez. Los labios menores pierden su coloración intensa 10 o 15 segundos después de que haya cesado la contracción del orgasmo.
INFORMACIÓN: EN FEMENINO, LA NUEVA ESPAÑA Y SEXUALIDAD 180
FOTOS: ARCHIVO