¿Cuáles son las delicias para el paladar que la modernidad ha desplazado? No cabe duda que en septiembre recordamos todas las cosas maravillosas que nos da nuestro ?México Lindo y querido?, una de ellas son los dulces típicos. A través de esta lista, recuerda conmigo algunos que hemos dejado en el rincón de nuestra memoria y que es momento de volverle a pedir al ?marchante? para decorar y alegrar nuestras mesas. 1. Alfeñiques: Vienen del Estado de México y contienen azúcar, clara de huevo, limón y una sustancia aglutinante llamada chautle (seudobulbo de una orquídea de tierra, bletia campanulata). Son muy utilizados para celebrar el Día de Muertos y Navidad, ya que por su consistencia sirven para hacer figuras de calaveritas o los personajes del nacimiento. 2. Lagrimitas de anís: Originarias de Puebla, se requiere azúcar, colorantes vegetales y anís dulce para producir estas pequeñas delicias de bolsillo. 3. Fruta crtistalizada: Hace muchos años se le daba el nombre de ?acitrón? a las frutas confitadas como higo, naranjas, limones, camote, chilacayote, calabaza o piña. Ya sean enteras o cortadas en pedazos se sumergen en almíbar y al secarse tienen esta consistencia quebradiza. 4. Charamuscas: su base es piloncillo, se hierve en agua y cuando está cocido se retira y estira cuidadosamente para darle formas variadas. Se produce originalmente en Guanajuato, San Luis Potosí y Michoacán. 5. Tarugos: Tal vez te sorprenda saber que desde Guerrero llegó este postre que simplemente es tamarindo enchilado, dulce y con azúcar. Así tan sencillos, solo se requiere la fruta y azúcar o chile piquín en polvo. El tamarindo siempre fue aliado en la mesa tradicional mexicana por su alto contenido nutrimental, para hacer agua y otros platillos. 6. Aleluyas: En forma de tortita y hechos de leche con nuez, avellana, almendra o pepita, se empezaron a producir en los conventos de Puebla durante el siglo XIX para que después, a forma de mazapán, se pudieran degustar por todo el país. DULCES VEGETARIANOS: Más que ser olvidados, han encontrado su segundo aire. Las palanquetas y alegrías son los que saltaron al plato de veganos y vegetarianos por ser un alimento tanto fácil de reproducir y sin ningún componente animal, solo amaranto, otros granos o semillas y miel o piloncillo. TEXTO: LITZAHAYA CANIZAL. INFORMACIÓN: FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, 2006