Con la telenovela Te acuerdas de mí, Fátima Molina, se convierte en la nueva protagonista de Televisa que promete conquistar la pantalla
Cuando tenía 18 años, Fátima Molina trabajaba como mesera en un restaurante italiano de Londres junto a una amiga, mientras que Gabriel Soto estaba protagonizando Mujer de madera con Edith González. En esa época, la jovencita que acaba de terminar la prepa ni se imaginaba que años después estaría frente a frente con el galán de ojos verdes recreando una historia de amor para Televisa. Su primer acercamiento con la fama fue en 2008, dentro del reality La academia, en el que estuvo durante nueve conciertos; luego se preparó en la actuación y comenzó a trabajar en series y películas. Su rostro, quizás nuevo, para los amantes de las telenovelas, conquistó a la productora Carmen Armendáriz y se convirtió, de la noche a la mañana, en la protagonista de Te acuerdas de mí, el dramático que se estrenará el próximo enero y coloca a Fátima en el blanco de los reflectores. Acompañamos a la artista durante las grabaciones en Huatulco y, aunque no es tan bueno hacer comparaciones, vimos a una mujer entregada, con la fuerza de una Yadhira Carrillo, que se impone en la pantalla y promete ser la próxima estrella de las telenovelas mexicanas. ¿Te sorprendió haber sido elegida como protagonista de esta novela? ¡Mucho! Es que estaba, como la mayoría, guardada por la pandemia en casa, y justo se retrasaron algunos proyectos que estaba por empezar en los siguientes meses. De hecho, yo detuve un proyecto cuando me quedaban dos semanas para culminar, pero de repente me hablaron para este casting de parte de Carmen Armendáriz, hice la audición con el director Francisco Franco, con la misma Carmen y con Gabriel Soto, y a los tres días me volvieron a llamar para decirme que era yo la elegida. Yo, de verdad, no lo podía creer, es que todo fue como muy rápido, de la nada, pero padrísimo. Ahora estoy disfrutando la experiencia, agradeciendo que hay trabajo con un gran personaje en medio de un proyecto increíble. ¿El casting, desde el principio fue para el rol principal? Sí, siempre fue para Vera, y me tocó con Gabriel, entonces hicimos unas escenas bien bonitas que le gustaron a la producción. Yo estaba nerviosa, pero Gabriel fue muy buen compañero, y de la nada llegaba y me apretaba la mano, como dándome ánimos. Y eso también ayuda mucho, pues él quiso interactuar y ser parte del momento; yo en particular me sentí conectada con él y siento que ayudó mucho. A lo mejor, si él hubiera estado más distante, o si hubiera puesto un límite, me pondría más nerviosa, pero yo me relajé muchísimo, estaba concentrada en lo que tenía que estar. ¿Tuviste temor de no ser seleccionada por ser un rostro, relativamente, nuevo? Fíjate que, de alguna manera, cuando me dijeron que hiciera el casting, mi mánager me impulsó a que participara, independientemente de que estuvieran buscando a alguien más conocido. Es que nosotros tenemos una manera muy particular de trabajar, él dice que no importa si soy o no el perfil, que lo importante es que me vean, porque uno nunca sabe quién nos va a ver y qué va a salir de ahí. Y aquí lo que me motivó muchísimo es que eran Francisco Franco y Carmen Armendáriz, pues yo tenía ganas de conocerlos, y uno nunca sabe, a lo mejor no era en este proyecto, pero qué tal si después le gusta mi perfil. Yo simplemente asistí al casting, me propuse hacerlo maravilloso, me dejé llevar por lo que sé hacer y realmente hubo una química bien bonita con Gabriel desde el principio, con todo el equipo, es cómo si hubiera magia. Carmen Armendáriz te echa muchos elogios, ¿de qué forma piensas recompensarla? ¿Ah sí?, pues creo que haciendo lo mejor que sé hacer para mi personaje de Vera, y creando. Nosotras ya platicamos, en algún momento, de lo que queríamos darle a esta protagonista. Y lo importante es no salirme de esa línea que tenemos tan clara. Yo creo que cada día vamos mejor porque sí la veo emocionada. A mí también me emociona saber que de parte de tu productora hay comentarios lindos y espero recompensarla con lo que ella busca, eso me haría sentir la más feliz, la más agradecida. ¿Qué tipo de mujer es Vera?, ¿cómo la has construido? Vera es una mujer muy fuerte, una mujer independiente, es una mujer capaz de luchar por lo que quiere, y de alcanzar sus metas. Esta es una historia en la que ella se enamora perdidamente de Pedro (Gabriel Soto), a tal punto que ella deja una relación de años por este hombre que la emboba completamente, pero las cosas no le resultan y se da cuenta que él no es libre, entonces a partir de ahí viene una serie de acontecimientos importantes en la trama. Luego surge otro tema que la lleva de nuevo a la vida de este hombre sin que ella sepa, y vienen los encuentros, los desencuentros, la venganza, mucho amor, mucha pasión, y muchos enredos que la convertirán en una mujer muy fuerte. Comenzaste cantando, pero, ¿siempre soñaste con hacer telenovelas? Sí, desde niña. Es que estamos en un país donde la cultura de la telenovela es muy fuerte, uno crece viendo a la abuelita pegada a la pantalla, entonces claro que, en algún momento, lo soñé, lo pensé. Cuando yo estaba en Guadalajara hacia teatro musical y por supuesto que era una meta, pero yo sólo esperaba el momento, por eso digo que los sueños sí se hacen realidad. ¿Quién era tu referente en la actuación? Me la pones difícil, pero tal vez Silvia Navarro, me gustaba muchísimo. Aunque cuando era muy chiquita me encantaba una telenovela que se llamaba Agujetas de color de rosa y para mí era como que wao. Yo quería ser Paola (Natalia Esperón), soñaba con patinar como ella, y claro, estaba enamorada de Flavio César. Ahora que están grabando, ¿de qué forma te apoya Gabriel? Él es muy buen compañero, todo el tiempo está repasando sus escenas, tenemos hasta rituales en los que tratamos de hacer mucho contacto físico por eso mismo de las energías. Tratamos de conectar lo más posible antes de esas escenas, porque son muy fuertes y nos confrontamos mucho. A mí, el director me saca de lo común, de mi zona de confort, y eso en un gran reto. Gabriel tiene toda la experiencia en telenovelas. Supongo que lo llegaste a ver en sus personajes… Sí, y nunca hubiera pensado estar protagonizando hoy con él. Yo me dejo guiar por Gabriel, esto es un equipo, yo trabajo para él y él para mí. De tus compañeros, ¿quién te intimida? Ay, no sé, es que todos son geniales. Yo amo actuar con Rebeca Jones, la admiro muchísimo y me cae súper bien. Ella es muy poderosa, tiene tanta energía que siento que me jala. Trabajar con ella es estar en una escuela. Fuera de las pantallas, ¿qué tipo de mujer eres? Soy una mujer a la que le gusta cocinar, me encanta estar con mis amigos, con mi familia, generalmente siempre estoy trabajando, pero amo viajar, comer rico, aunque me cuide. Disfruto mucho mi trabajo y me divierto mientras lo hago porque si no sería muy pesado. En este proyecto hay gente muy divertida, como Alejandro de la Madrid. Dices que te gusta cocinar, pero, ¿qué es lo que mejor te sale? La comida mexicana y la italiana, las pastas me fascinan. Trabajé en un restaurante italiano en Londres, hace mucho, y me quedé todas las recetas (risas). Terminando la prepa me fui a trabajar como mesera, me fui con amigas a estudiar, trabajar, juntábamos dinero y viajábamos. ¿Cómo fue esa experiencia en Europa? Padrísima. Yo venía de mi casa, donde, de verdad, no hacía nada. Y salir al mundo de esa manera, conocer otras culturas, otra gente, pues sí me abrió el panorama en muchísimos sentidos. ¿Tienes novio? Ayyyy, (hace una pausa). Voy a decir que sí. No sé en qué punto estamos, pero sí. Si no termino no puedo decir que no. Así empieza su historia Vera, una bellísima y arrebatada joven, ultima los preparativos para recibir a Rocío (Rebeca Jones), su madre, en su pequeña casa. Madre e hija llevan tiempo sin verse, ya que Vera lleva varios años viviendo en Toledo, un hermoso pueblo cercano a Madrid, donde ha puesto una coqueta tienda de muebles, junto a su mejor amiga Lola, interpretada por Natalia Télle
PI