GLORIA SIERRA vuelve a un melodrama de principio a fin con TE DOY LA VIDA, la nueva producción de LUCERO SUÁREZ
TEXTO: LILIANA LEJARAZU • FOTOGRAFÍAS: OCTAVIO LAZCANO, CORTESÍA, IG YOSOYGLORIASIERRA, ARCHIVO
Desde 2007, cuando protagonizó Muchachitas como tú, Gloria Sierra no había estado en una telenovela de principio a fin, pues se casó con el también actor Miguel Ángel Biagio y se dedicó por completo a sus tres hijas: Eugenia, Julieta y Victoria. Ahora, 12 años después, le llegó la oportunidad de estar en Te doy la vida, la nueva producción de Lucero Suárez que se estrenará el 23 de marzo de 2020 a las 18:30 horas por las estrellas. Su personaje, nos contó, es Mónica Guevara, quien se fijará en un hombre casado y luchará contra ese sentimiento.
“ESTOY VALORANDO ESTE PERSONAJE COMO SI FUERA EL PRIMERO DE MI VIDA”
Regresas a las telenovelas...
Sí, después de dos mil 500 años (risas). No es cierto, pero sí después de muchos “¡no!, ¡no!, ¡no!,”, muchos anhelos frustrados y de proyectos que me llenaban el alma y el corazón de querer hacerlos y nada; entonces, después de recibir muchos “no”, de pronto llega este personaje y lo estoy valorando como si fuera el primero de mi vida.
¿Casteaste para el personaje?
Sí, es empezar un proyecto desde cero, desde taller, entonces lo estoy disfrutando demasiado, le estoy aprendiendo muchísimo a la gente, y de verdad estoy muy agradecida con Lucero Suárez, con Televisa, que amo y adoro, siempre va a ser mi casa, estoy feliz y rayada.
Cuéntanos sobre tu personaje...
Se llama Mónica Guevara, trabaja en la oficina con los dueños de la empresa, que son Jorge Salinas y Omar Fierro, y de pronto se enamora de uno de ellos, pero ella es un personaje virtuoso y no concibe andar con un casado, entonces está en ese juego. Está padrísimo el personaje porque lucha con sus valores, no tiene la culpa de haberse enamorado y ser correspondida.
Eres mamá de tres nenas, ¿cómo le haces para combinarlo con tus llamados?
Bendito Dios este es mi trabajo perfecto y se ha acomodado muy bien; las locaciones son cerca de mi casa, cuando hay corte a comer o no tengo dos escenas pegadas, me voy a la casa, como con mis hijas... Además, platiqué con ellas y les dije: “Mamá está realmente feliz, está trabajando, así que pónganse las pilas m’ijitas, porque ya no hay: ‘mamá, la papelería; mamá, me imprimes...’”; obviamente tengo todo bajo control con ellas, pero este tiempo que llevamos grabando me ha permitido tener esta dualidad de mamá y actriz.
¿Te ha entrado la culpa en algún momento de dejar a tus hijas?
No, de verdad lo hice con mucha consciencia, agradecí que llegara el personaje, el trabajo y lo voy a disfrutar, no me voy a quejar, voy a valorarlo; si es tarde, ni modo, es muy normal que se canse la gente, y yo no, a mí me ves con una sonrisa, y si son las 11 digo: “¡Va! Le seguimos”. No me conflictúo para nada, aparte tengo a las niñas superbién en casa, no hay por qué preocuparse.
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“MIGUEL ÁNGEL ME ESTÁ APOYANDO CAÑÓN”
¿Qué te dijo tu esposo, Miguel Ángel, de este gran regreso?
Miguel Ángel también disfruta mucho, me ayuda a estudiar, a todo, me está apoyando cañón, le entra al quite durísimo, va por las niñas... Le digo: “necesitan bajar no sé qué de internet”, y lo hace, está en todo. Los dos estamos muy contentos.
Antes de que regresaras con Te doy la vida, ¿qué habías hecho?
Hice participaciones especiales en Ringo, en Por amar sin ley... Siempre he estado haciendo “cositillas”, teatro también, pero así de decir: “arranqué telenovela”, pues no, desde Muchachitas no lo hacía, y por eso estoy rayada y me siento como en mi primer proyecto.
Ahora que tus hijas te ven en acción, ¿se han interesado por la actuación?
Las tres están en el CEA (Centro de Educación Artística) de Televisa y les encanta, pero se enojan conmigo porque no las llevo a castings, y les digo: “Es que no quiero que trabajen”. Por mí que no empiecen desde chiquitas, lo menos que trabajen, por mí está mejor, aunque les encanta bailar, cantar y sus clases, pero mientras yo pueda conservar su niñez normal, lo haré, no importa que se enojen.