Lo recordamos en sus propias palabras.
El 24 de octubre de 2012 falleció don Luis de Llano Palmer, padre de Julissa y Luis de Llano Macedo, a los 97 años de edad.
Este 14 de octubre se cumplen 99 años de su nacimiento, y lo recordamos con su discurso en una conferencia que ofreció hace unos años:
?Mi carrera en el medio ha sido como la de Fernando Valenzuela, de las ligas menores salté a las mayores y de ahí, me regresaron a las menores y, al poco tiempo, otra vez a las mayores. Puede fallarme el brazo pero no el ánimo ni el entusiasmo, y algo importante: Estas palabras no tienen mayor respaldo que mi experiencia, lo que he visto y lo que he leído y no el de la camiseta que he llevado entre liga y liga durante casi toda mi vida, por eso no me importaría, si caigo, volver a las menores.
Muchos de ustedes pensarán que para mí hablar de esto me resulte fácil, ya que son varias las décadas que llevó familiarizado con el medio, pero la verdad es que uno nunca se siente seguro. La televisión camina siempre tan adelantada a su época que es imposible alcanzarla por más que me esfuerce, pero voy a intentarlo.
Si mis palabras son útiles me daré por satisfecho, si no están de acuerdo, tanto mejor. Somos compañeros en la televisión y la televisión carece de ?vértebras cervicales?. En nuestros foros la calidad es lo que cuenta. Nunca hay que decir ?de acuerdo?, si no se está plenamente convencido de que eso es lo correcto. Por lo tanto, este monólogo no es infalible. Son frases ?hiladas? para ser dichas entre nosotros que somos una familia. Mis conceptos generales son demasiados ?propios? para no estar equivocados.
Repito, que estoy muy lejos de pensar en capacitarlos, ya que miles y miles de programas que Televisa ha realizado nos han convertido en integrantes de una empresa cuyas señales son catalogadas entre las mejores del mundo. Por eso, todo lo que hable no va destinado a capacitarlos, pero si a comunicarles lo que pienso hoy en día, de la televisión como el más formidable y peligroso medio de comunicación que haya existido en todos los tiempos.
Es posible que algunos de ustedes, creo que la menor parte, haya decidido dedicarse a la televisión toda su vida. Mi recomendación, permítanme que me atreva a ser franco, sería? que piensen dos veces si ese es realmente el camino. El éxito no se presenta a la vuelta de la esquina y el ?ya la hice? a veces no llega tan pronto como uno quisiera. Las candilejas del mundo del espectáculo es, que lo que uno está lanzando al aire lo vean millones, y todo se puede si la calidad lo respalda, es un trabajo difícil.
Tú puedes hacer todo lo que quieras en televisión, pero lo tienes que hacer con buen gusto y con calidad, y la calidad no es más que buen gusto.
A menos que los que están trabajando en este medio crean que tienen verdadero talento, capacidad creativa y espíritu de sacrificio, de otra forma al correr del tiempo pueden pensar que ?aquello no era lo suyo?, que la barreras eran infranqueables, ?que la amistad lo hace todo?, ?que así es imposible?? y decepcionados se pregunten? ?¿Por qué no me dedique a otras cosas???
La televisión, mis amigos de cautiverio, es una mezcla de hospital, iglesia y cuartel? requiere de la habilidad del cirujano, la fe del creyente y la disciplina del soldado.
El que no se siente capaz de ser un buen médico, un gran capitán o un abnegado sacerdote, todo al mismo tiempo, se expone a que un día tenga que abandonar las cabinas o los foros habiendo perdido los mejores años de su vida, o permanezca envuelto en la mediocridad y sus 25 años se conviertan en 35, 40 ó 45, así es la vida que hemos elegido.
En la televisión, el trabajo del creativo es duro, creatividad en la cámaras, en sonido, en la dirección de escena, en iluminación, en escenografía, en ambientación, en el guión, pero sobre todo, en la idea en que se basa el programa, en los libretos a realizar, en la forma de producir, dirigir y actuar.
El trabajo de los creativos es duro y el camino a recorrer largo? sin olvidar que aquello de que ?el aplauso será siempre para las estrellas, para los que dan la cara frente a la cámara, y pocas veces para quienes hacen posible el éxito de la producción?.
Pero si a pesar de todo sienten que aman a la televisión, que han nacido para eso, que son o pueden llegar a ser buenos médicos, capitanes o sacrificados sacerdotes? sigan adelante en esta profesión.
Yo he pasado más de 70 años en ella y no me fue tan mal?
Pero sigamos hablando del ?gran comunicador?: La Televisión, como medio que entretiene, enseña, informa y en ocasiones persuade la mente del espectador.
Los cambios sociales y culturales habidos en la últimas décadas, han modificado el término ?comunicación?. En particular, la televisión ha sido un factor decisivo. El hombre consume imágenes, necesita consumirlas como el pan de cada día? y ustedes son los responsables de que esas imágenes lleguen con calidad, refiriéndome a las que aquí se producen.
Gran parte del público, el del ?rating? no sabe si las telenovelas, los deportes, las noticias o las películas, se desarrollan en el preciso instante en que las están viendo. Es posible que consideren al televisor como una simple prolongación del cine, del estadio o del periódico. Desconocen que ustedes son los creadores de todo ese mundo irreal, y muchos nos critican.
Un amigo me comentaba hace unos días:
?? estoy de acuerdo; la televisión por una parte divierte y entretiene, pero en ocasiones desconcierta, y aprisiona la atención y sus temas se prodigan demasiado, lo que hace que los programas pierdan calidad??
Un crítico, también de los amigos, resumió la discusión:
?El impacto de la televisión puede ser positivo realzando la actividad social, o negativa fomentando la conducta antisocial. ?¿Cómo quiere que no sea un consumidor de imágenes si me he de tragar todo lo que me echen?? Y añadió: ?aunque no puede negarse que también fomenta otras cualidades valiosas?, y aquello me preocupo.
Don Luis finalizó diciendo:
?Es muy difícil sintetizar en 70 años de caminar por la comunicación, por la radio, por las agencias de publicidad y por la televisión, tanto en México como en Estados Unidos, es muy difícil sintetizar toda una vida dedicado a eso. Siento dificultades para hacer eso; porque no se trata de recordar, se trata de ordenar los recuerdos, pero de en cuando en cuando, hace falta recordar, lo que parece que se ha marchado para siempre y que no se ha ido, que está ahí, que es inolvidable?.
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