La pasión por el futbol es capaz de enlazar miles de historias entre sí, tanto dentro de la cancha como fuera de, alcanzando a aquellas personas que se desviven por sus equipos y de alguna manera encuentran la forma de sentirse cercanos a este fascinante mundo. Es el caso de Javier Acosta, un joven aficionado que se ganó el reconocimiento entre los hinchas de diversos clubes y recientemente conmovió a todos los que lo conocen debido a su desgarradora decisión de solicitar la eutanasia con apenas 36 años.
¿Quién es Javier Acosta?
Javier Acosta es un hombre originario de Bogotá, Colombia, país en el que creció y adquirió un gran amor por el futbol. Conforme creció, comenzó a apoyar al equipo Millonarios, al que le ha profesado su confianza y ha acompañado en numerosos torneos, actividad que planea hacer hasta el último día de su vida, que tristemente podría estar cerca de llegar.
Esto debido a que le fue diagnosticada osteomielitis, que de acuerdo con la Clínica Mayo, es una infección que se localiza en los huesos, atravesando por el torrente sanguíneo y extendiéndose en el tejido cercano. Dicha enfermedad suele agravarse en la mayoría de los casos, incluso pese al tratamiento, provocando fuertes infecciones, choques sépticos, y en los peores casos, la amputación de algún miembro cercano a la zona afectada o cáncer de piel.
Ante este desolador panorama, Javier, quien se distingue por ser un hombre de familia y padre amoroso, tomó la decisión de exponer sus intenciones de que se le administre la eutanasia, para así dejar este mundo a los 36 años, evitando que su estado se agrave y su dolor a la par.
¿Por qué Javier Acosta pidió la eutanasia? La desgarradora razón detrás de su solicitud
Entre las razones por las que el aficionado llegó a esta difícil elección, Javier Acosta ha señalado que todo es derivado de su situación médica, pues es perfectamente consciente de lo que le espera. Por esta razón, determinó que no le gustaría perjudicar a su familia ni obstruirles el camino hacia llevar una “vida normal”.
Asimismo, compartió en redes que, contrario a lo que muchos puedan pensar, sí pensó en su hija antes de pedir que se le aplicara la eutanasia, pues ella fue una de sus principales motivaciones. “Al imaginarme mi vida sin piernas, tumbado en una cama, con antibióticos, viendo a mi hija cuidarme y perdiendo la oportunidad de tener una niñez y una juventud, dije: ‘sí lo quiero’”, señaló Javier, reiterando que no quisiera que sus seres queridos se sintieran atados por el inevitable deterioro de su salud.