Los católicos conmemoran la vida de un santo en especial cada día del año para seguir su ejemplo en aspectos como el bienestar por la comunidad y la vida entregada a la religión, ¿a quién recuerdan este 18 de septiembre?
Este 18 de septiembre, por ejemplo, además de recordar la vida de santos destacados como Santo Domingo Trach, San Eumenio de Gortina y San Eustorgio de Milán, se conmemora en especial una figura que se destacó por los increíbles fenómenos místicos que protagonizó.
Estamos hablando de San José de Cupertino, un hombre que aunque en un principio era despreciado por la misma comunidad católica por ser una persona “distraída e inútil” para la época, pronto dejó maravillados a propios y extraños por los milagros que protagonizó, ¡conócelo mejor!
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¿QUIÉN FUE SAN JOSÉ DE CUPERTINO, EL SANTO DE ESTE 18 DE SEPTIEMBRE?
San José de Cupertino, nacido en 1603 en Nápoles, Italia, fue un fraile que se destacó por protagonizar una serie de fenómenos místicos, sobre todo la levitación, que le dieron fama entre la comunidad católica.
Debido a que San José de Cupertino sufrió mucho en la escuela y los conventos debido a sus constantes distracciones, es considerado actualmente patrono de los estudiantes y ante él acuden, cada año, miles de jóvenes para pedirle su apoyo, sobre todo en época de exámenes.
Además de los estudiantes, San José de Cupertino también es considerado protector de los aviadores en general (pilotos, tripulación y pasajeros), así como de las personas con alguna discapacidad intelectual.
Aunque San José de Cupertino se sintió atraído por la vida religiosa desde muy joven, su camino para ser aceptado en los conventos no fue fácil debido a su “lenta” mentalidad: primero, intentó entrar con los franciscanos, quienes lo rechazaron; después logró incorporarse con los capuchinos, quienes lo expulsaron por su ineptitud cuando ni siquiera había cumplido un año de noviciado.
Por fin, luego de una serie de sacrificios, San José de Cupertino logró ser admitido con los franciscanos y fue ordenado sacerdote, no sin atravesar ciertas dificultades con sus exámenes de preparación.
Llaman la atención en especial los arrebatos místicos de este santo, reconocido internacionalmente por entrar en unos éxtasis místicos tan arrebatadores que no sentía absolutamente nada, ni siquiera cuando lo pinchaban con agujas calientes; por otro lado, San José de Cupertino se destacó por tener el don de la levitación, por lo que también se le llama el “Santo volador”.
Los vuelos en medio de la comunidad resultaron ser tan incómodos, que San José de Cupertino debió vivir aislado la mayoría del tiempo ya que, como era de esperarse, también fue víctima de acusaciones de brujería; al final, fue beatificado el 24 de febrero de 1753 y canonizado por el papa Clemente XIII el 16 de julio de 1767.