El caso de Kaylee-Jayde Priest, una niña de 3 años que murió asesinada por su propia madre, sigue dando bastante de qué hablar en Inglaterra, sobre todo porque los involucrados en el homicidio recibieron una sentencia que no le agradó a nadie.
A pesar de que los hechos ocurrieron en el 2021 y se saldaron con el arresto tanto de la madre de la bebé como de su novio, tres años después las peticiones de justicia continúan resonando en la comunidad inglesa de Solihull debido a que, consideran, tanto Nicola Priest como Callum Redfern se merecen más tiempo en la cárcel por lo que hicieron.
¿Qué pasó con Kaylee-Jayde Priest y por qué los internautas exigen una pena más severa para su madre y su padrastro? Estos son los detalles del escalofriante hecho que los británicos se niegan a olvidar.
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NO SE QUISO DORMIR Y SU MAMÁ LA MATÓ: ¿QUÉ PASÓ CON KAYLEE, QUIEN MURIÓ DE 3 AÑOS?
La pesadilla en la familia Priest comenzó el 9 de agosto del 2021, cuando la Policía de Inglaterra acudió a un domicilio de la población de Solihull para atender un llamado de emergencia; fue entonces que se toparon con el cuerpo de una pequeña niña que presentaba escalofriantes lesiones.
De inmediato, las sospechas de las autoridades recayeron sobre los padres de Kaylee-Jayde Priest: Nicola Priest y Callum Redfern, quienes en un inicio alegaron un accidente pero, poco después, acabaron por revelar la verdad: mataron a golpes a la niña porque no se quería dormir y eso frustraba sus planes de tener relaciones sexuales esa noche.
A decir de los expertos forenses que se encargaron de analizar el cuerpo, los restos de la pequeña Kaylee presentaban lesiones en el tórax y abdomen tan terribles que equivalían a ser atropellada por un auto o caer desde un edificio de altura considerable.
Luego de un extenso juicio que estuvo bajo el escrutinio nacional, Nicola Priest -quien subió un video a TikTok como si nada hubiera ocurrido luego de matar a su hija- fue condenada a 15 años de prisión por homicidio involuntario, mientras que Callum Redfern recibió una pena de 14 años de cárcel.
Tres años después, los activistas no se rinden y piden una sentencia más severa para la pareja por este atroz crimen, ¿lo lograrán?