El año está por concluir e iniciará uno nuevo, por lo que la intención de generar cambios en todos los sentidos es recurrente y qué mejor que hacerlo cuando las recetas para lograrlo están a la mano.
Es por eso, que en TVyNovelas nos reunimos con la astróloga y tarotista Mar Negro y con la terapeuta y clarividente Gema Aguirre Saldaña, quienes fieles a su estilo, nos comparten aquellos rituales que se pueden realizar en sencillos pasos para que este 2025 la bonanza sea recurrente en tu vida.
Materiales
- 8 velas blancas
- 1 vela morada
- 1 vaso con agua
- Hojas de romero seco
- Cerillos
Procedimiento
1. Prende una vela blanca que te va a ayudar a limpiarte y purificarte de todos los problemas de salud, y le vas a pedir a la vela que se lleve todo lo malo.
2. Con esa misma vela prende la vela de color morado que representa al arcángel Metatrón, al rayo violeta, que ayuda a transmutar situaciones kármicas que hacen que el ser humano viva en sufrimiento.
3. Una vez prendida la vela morada, escribe de la mecha a la base tu nombre y deja que la vela se empiece a consumir.
4. Con el romero forma un círculo de protección (en sentido de las manecillas del reloj) alrededor de la vela y pídele al elemento tierra que te proteja de cualquier situación de enfermedad.
5. Prende una ramita de romero y sahúma la vela en el sentido de las manecillas del reloj y pídele al elemento aire que te ayude a librarte de enfermedades.
6. Con la vela morada prende las siete velas blancas, que representan a los siete arcángeles, que son los que están conectados a Dios y están encargados de ayudar a todos los seres humanos a volver a Dios.
7. Conforme vas encendiendo las velas blancas, llama con cada una a los arcángeles: Uriel, Zadquiel, Chamuel, Gabriel, Rafael, Miguel y Metatrón.
8. Pon tu vela morada en el centro y puedes colocar tu foto o la foto de alguien a quien quieras ayudar bajo la vela. Cuando la vela termine de consumirse y todas las siete velas se hayan consumido, coloca un vaso con agua encima para que termine el ritual y lo vas a dejar toda la noche. Recordemos que el agua limpia, purifica y sana, mientras que el fuego pelea con la enfermedad